Second sunday of lent- March 1, 2015

Confidence in time of uncertainty                  

Brothers and sisters,                        

We are familiar with the story of Abraham in the book of Genesis in which God asked him to sacrifice his only son. It is understood that it was an offering of his son’s life. It was a sacrifice which would cost the life Abraham’s son, Isaac. Why did God ask Abraham for his son’s life? Did God truly want Abraham to take the life his son, Isaac? Of course not. God would never ask for something of that nature. It was a test in order to prove Abraham’s fidelity to God.  

Abraham, despite the sadness caused by the request, set off for the place indicated by God along with his son and two of his servants. The book of Genesis narrates that God instead sent a lamb for the sacrifice and Abraham did not have to take the life of his son. God now knew that He could fully trust in Abraham. God knew that this righteous man would not keep anything for himself and whatever God asked of him, he would do it.

This story, dramatic as it sounds at the beginning and as beautifully as it ends, teaches us to trust in God in times of uncertainty. This gift of trust precisely asks us to act in faith when we do not know the outcome. This gift makes me think of the vocation to the priesthood to which I am called. When I began my priestly formation in January 2001, I did not have an idea of what would happen with my life. Despite the uncertainty, I said to myself, “if God is calling me, everything will be all-right.”                  

My words here are dedicated to the young men and women who are potentially being called to the vocation of priesthood or consecrated life. You know the challenges and obstacles that priests go through. You know of our work in the parish. You also listen to what people or media say about priests. Sometimes this vocation seems to be very demanding. You might think that you do not have the skills for this ministry and so you are afraid to say yes to God.

What I want you to know, nonetheless, is that if God is calling you to that unique vocation, everything will be okay if you have confidence in Him. God will give you all the necessary tools so that you will be able to carry out that ministry. God will place all the right people in your path when you ask for help. And God will not bless only you; through your ministry, He will shower blessings upon those whom you serve as well.   Finally, fear is not an option in the priesthood or consecrated life. There is only room for confidence in God. There are challenges and obstacles along the way, but there will be a happy ending. God bless you. 

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Confianza en momentos inciertos    

 Hermanos y hermanas:    

Estamos familiarizados con la historia de Abraham, en el libro del Génesis, en la cual Dios le pide que ofrezca su único hijo a Él. Claro, se entiende que era un ofrecimiento de su vida, un sacrificio que le iba a costar la vida a Isaac. ¿Por qué Dios pide algo así? ¿Verdaderamente quería Dios la muerte del único hijo de Abraham? Claro que no, Dios no iba a pedir algo así, era una prueba para comprobar la fidelidad de Abraham.       

Abraham, a pesar de la tristeza, se encamina hacia el lugar que Dios le había indicado junto con su hijo Isaac y dos de sus siervos. Como el libro del Génesis lo narra, Dios provee el cordero para el sacrificio y Abraham no tiene que sacrificar a su hijo. Sin embargo, Dios sabe que puede confiar totalmente en Abraham. Dios sabe que este hombre no se va a guardar nada para él y que lo que Dios le pida lo va a hacer.   

Esta historia, dramática como es en su comienzo pero, hermosa en su final, nos enseña a tener confianza en Dios en los momentos de incertidumbre. El don de la confianza precisamente nos pide hacer un acto de fe cuando no sabemos lo que va a suceder. El don de la confianza me hace pensar en la vocación sacerdotal a la cual fui llamado. Cuando comencé mi formación sacerdotal en enero de 2001 no tenía idea de lo que iba a suceder con mi vida. Yo me decía a sí mismo, si Dios me está llamando todo estará bien.   

Mis palabras están dedicadas especialmente para los jóvenes y las jóvenes que son potencialmente llamados a la vida sacerdotal o consagrada. Ustedes conocen los desafíos y obstáculos por los que pasamos los sacerdotes. Ustedes conocen nuestro trabajo en las parroquias. Ustedes escuchan lo que dicen los medios a cerca de los sacerdotes. Seguramente por lo que ves y escuchas decides no dar ese sí a Dios.

Lo que quiero que sepas es que si Dios te llama y tú tienes confianza en Él, todo va estar bien. Dios te dará todas las herramientas necesarias para llevar a cabo esa misión como religiosos. Dios va a colocar en tu camino a las personas indicadas para que te ayuden en esos momentos en los cuales tú pides ayuda. Dios no solamente te va a bendecir a ti. Tu ministerio a la vez será una lluvia de bendiciones para todas las personas a las cuales vas a servir como sacerdote, religioso o como religiosa. El miedo no es una opción en la vida sacerdotal o consagrada, la esperanza en Dios sí lo es. En el camino hay desafíos y pruebas pero el final será feliz. Dios los bendiga.