Queridos hermanos y hermanas: Al comenzar nuestro viaje a través del Tiempo Ordinario, hacemos una pausa para rezar y pensar en la Santísima Trinidad. Nos damos cuenta de que es un misterio de nuestra fe y, la Iglesia ha llegado poco a poco a los conocimientos y la comprensión de este dogma. En los primeros siglos, la Iglesia realizó algunos concilios con el fin de aclarar directa o indirectamente las enseñanzas de la Santa Trinidad. Ninguna sorpresa, Jesús dijo a sus discípulos antes de su Ascensión al Cielo, “Aun tengo muchas cosas que decirles, pero es demasiado para ustedes por ahora” (Juan 16:12). Ha habido muchas imágenes creadas por artistas con el objetivo de ayudar a comprender este misterio. Uno de los primeros símbolos de la Trinidad es el triángulo equilátero, un triángulo que tiene lados de la misma longitud y los ángulos tienen igualdad en los grados. La igualdad de las tres partes del triángulo representa la unidad y la distinción de las tres personas de la Trinidad. Mirando el triángulo podemos leer lo siguiente, el Padre no es el Hijo, el Hijo no es el Espíritu Santo, y el Espíritu Santo no es el Padre. Al mismo tiempo, podemos leer que el Padre es Dios, el Hijo es Dios y el Espíritu Santo es Dios. La Iglesia, hermanas y hermanos, enseña y nos invita a creer en un Dios que es Padre, Hijo y Espíritu Santo. Este Dios trinitario no es un ser único, sino tres personas que están siempre en constante comunicación entre sí. Hemos sido creados por Dios a su imagen y semejanza. Por lo general no pensamos en esto, pero si hemos sido creados por un Dios trinitario, ¿me veo a mí mismo como una persona trinitaria? ¿De qué manera me parezco al Dios trinitario? En la solemnidad del Dios trinitario, oremos para que Él nos siga revelando su verdad y su amor. Que Dios los bendiga. Dear brothers and sisters,
As we begin our journey through Ordinary Time, we pause to pray and think about the Holy Trinity. We realize that it is a mystery of our faith and so the Church has come gradually to the knowledge and understanding of this dogma. In the first centuries, some councils were held by the Church in order to clarify directly or indirectly the teachings on the Holy Trinity. No surprise, Jesus told his disciples before his Ascension into Heaven, “I have much more to tell you, but you cannot bear it now” (John 16:12). There have been many images created by artists aiming to help us understand this mystery. One of the earliest symbols of the Trinity is the equilateral triangle, a triangle that has sides of equal lengths and angles of equal degrees. The equality of the three parts of the triangle represents both the unity and the distinctness of the three persons of the Trinity. Looking at the triangle we can read the following, the Father is not the Son, the Son is not the Holy Spirit, and the Holy Spirit is not the Father. At the same time we can read that the Father is God, the Son is God and the Holy Spirit is God. The Church, brothers and sisters, teaches and invites us to believe in One God who is Father, Son and Holy Spirit. This Trinitarian God is not a unique being but three persons who are always in constant communication among one another. We are created by God and in His image and likeness. We usually do not think about this, but if we have been created by a Trinitarian God, do I see myself as a Trinitarian person? In what way do I reflect the likeness with the Trinitarian God? On the solemnity of the Trinitarian God, we pray that He will continue to reveal to us his truth and love. God bless you.
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Rev. Johnson LopezFather Lopez is Pastor of Saint Patrick Catholic Church in Rochelle, IL. Categories
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April 2017
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