Dear Community,
Today, I would like to meditate and talk about the virtue of humility. I would like to start by asking what it is that impedes us from growing in the virtue of humility so that we can make an effort to avoid it. The major obstacle for living a humble life is the sin of pride. Jesus preached against this sin, in particular to those in authority, such as the Pharisees and the Sadducees. We know from scripture that they liked to be seen for their righteous deeds. The Sadducees and Pharisees were not the only ones tempted with the sin of pride. We can become prideful ourselves because of our knowledge, our achievements, our discipline of prayer, or our abilities in any particular field. Lenten Season is that time in which we are called to examine our words, thoughts and deeds in order to identify our sins, including the sin of pride, and take it to the sacrament of Confession. Confession is the place in which we tackle the sin of pride and begin to walk the path of humility. It is in the context of prayer in which we are strengthened and encouraged to live a humble life. Prayer is a powerful source for humility. For instance, the prayer through which we recognize our sins and seek forgiveness makes us humble. The prayer of thanksgiving through which we count our blessings as coming from God and not from our own achievements helps us to foster that humble attitude in life. Lastly, the prayer before the Blessed Sacrament; during this prayer time we kneel before God the Almighty and acknowledge His holy presence at the same time that we recognize our human lowliness. God bless you all. Fr. Lopez. Estimada Comunidad, Hoy me gustaría meditar y aprender acerca de la virtud de la humildad. Me gustaría empezar preguntando qué es lo que nos impide crecer en la virtud de la humildad para que podamos hacer un esfuerzo para evitarlo. El obstáculo principal para vivir una vida humilde es el pecado del orgullo. Jesús predicó en contra de esto, el pecado en particular a los que tienen autoridad, como los fariseos y los saduceos. Sabemos por medio de las Escrituras que les gustaba ser visto por sus buenas acciones. Los saduceos y fariseos no fueron los únicos tentados con el pecado del orgullo. Podemos llegar a ser orgullosos por nuestros conocimientos, nuestros logros, nuestra disciplina de la oración, o nuestras habilidades en cualquiera de las esferas. Tiempo de Cuaresma es el tiempo en el que estamos llamados a examinar nuestras palabras, pensamientos y acciones con el fin de identificar el pecado de orgullo y llevarlo al sacramento de la Confesión. La confesión es el lugar en el que manejamos el pecado del orgullo y comenzamos a caminar por la senda de la humildad. Es en el contexto de la oración que estamos fortalecidos y animados a vivir una vida humilde. La oración es una fuente de gran alcance para la humildad. Por ejemplo, es a través de la oración en donde reconocemos nuestros pecados y buscamos el perdón. Este acto nos hace humildes. La oración de acción de gracias, a través del cual contamos nuestras bendiciones como proveniente de Dios y no de nuestros propios logros, nos ayuda a fomentar esa actitud de humildad en la vida. Por último, la oración ante el Santísimo Sacramento; durante este tiempo de oración nos arrodillamos ante Dios Todopoderoso, y reconocemos su santa presencia, al mismo tiempo que reconocemos nuestra pequeñez humana. Dios los bendiga a todos. Padre López
0 Comments
Leave a Reply. |
Rev. Johnson LopezFather Lopez is Pastor of Saint Patrick Catholic Church in Rochelle, IL. Categories
All
Archives
April 2017
|