Dear parish family, Mark tells us that Jesus preached to the crowds in the following words: “This is how it is with the kingdom of God; it is as if a man were to scatter seed on the land and would sleep and rise night and day and through it all the seed would sprout and grow, he knows not how. Of its own accord the land yields fruit, first the blade, then the ear, then the full grain in the ear. And when the grain is ripe, he wields the sickle at once, for the harvest has come” Mark 4:26-30). Jesus found in parables a very useful tool in order to communicate his massage of salvation, not just to his immediate audience, but also to the future generations. That is why it is appropriate to search in those parables, not just for the message Jesus intended for his disciples and crowd, but also the teaching yet to be discovered for our own time. The image of the seed and the sower took a predominant role in Jesus’ teaching about the kingdom of God. The seed, as small as it is, contains in potency all that is needed in order to become a large tree. The seed was a unique symbol which represented the kingdom of God at the time of Jesus’ ministry. He set the foundations for the growing of the kingdom; the sacraments, the word, the disciples, etc. We now live to see that the seed of the kingdom became a large tree. The task of the new evangelization, dear brothers and sisters, is not just for missionaries. It is also a commitment which we accepted the day of our confirmation. We all share the responsibility to nurture the tree of the kingdom which is the Church. What can we do better so that the large tree will continue to bear much fruit? God bless you. Father Lopez 11º domingo de OT 2015 Querida familia parroquial, Marcos nos dice que Jesús predicó a las multitudes con las siguientes palabras: “El Reino de Dios se parece a lo que sucede cuando un hombre siembra la semilla en la tierra: que pasan las noches y los días, y sin que él sepa cómo, la semilla germina y crece; y la tierra, por sí sola, va produciendo el fruto: primero los tallos, luego las espigas y después los granos en las espigas. Y cuando ya están maduros los granos, el hombre echa mano de la hoz, pues ha llegado el tiempo de la cosecha” (Marcos 4:26-30). Jesús encontró en las parábolas una herramienta muy útil para comunicar su mensaje de la salvación, no sólo para su audiencia inmediata, sino también para las futuras generaciones. Es por ello que es conveniente buscar en esas parábolas no sólo el mensaje de Jesús dirigido a sus discípulos y la multitud, sino también la enseñanza aún por descubrir en nuestro propio tiempo. La imagen de la semilla y el sembrador tuvo un papel predominante en la enseñanza de Jesús sobre el reino de Dios. La semilla, tan pequeña como es, contiene en potencia todo lo que se necesita para llegar a ser un gran árbol. La semilla fue un símbolo único que representaba el reino de Dios en el momento del ministerio de Jesús. El estableció las bases para el crecimiento del reino; los sacramentos, la palabra, los discípulos, etc. Ahora vivimos para ver que la semilla del reino se convirtió en un árbol grande. La tarea de la nueva evangelización, queridos hermanos y hermanas, no es sólo para los misioneros. También es un compromiso que nosotros hemos aceptado el día de nuestra confirmación. Todos compartimos la responsabilidad de cuidar el árbol del reino, que es la Iglesia. ¿Qué podemos hacer mejor para que el gran árbol continúe dando mucho fruto? Dios los Bendiga.
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Rev. Johnson LopezFather Lopez is Pastor of Saint Patrick Catholic Church in Rochelle, IL. Categories
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April 2017
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